sábado, 21 de febrero de 2015

Cómo morirse en una cámara frigorífica: Capítulo 2 Matrioska

"Matrioska" por Corinne Demuynck

-¡Hola bellos del Twitter! ¿Cómo están? Yo me estoy congelando pero, ¿quién no se congela en junio? En fin, en el video anterior no les expliqué realmente cómo es que llegué aquí sino que les dije algo así como un preámbulo, o sea, lo que inició todo esto. El tema es que, después de hablar con mi amigo (que ni siquiera me tiene en Twitter como seguidor), me empecé a hablar más seguido con Katrina. La verdad es que la tecnología se ocupó de todo, ya tenía su número y con eso yo podía hablar con ella todo el tiempo de cualquier cosa. Hablábamos muy seguido, pero había un tema que siempre se me escapaba: su familia. Hasta que un día mientras tomábamos un café, y gracias a un tema relacionado, me animé a preguntarle:

Una semana atrás…

-¿Por qué nunca hablas de tú familia?- De una charla fluida, de repente apareció un momento de “silencio”. Temiendo que la haya ofendido le explica:- Te pregunto porque ya hablamos de la mía pero vos nunca hablas de la tuya, ¿pasó algo malo?

-Es que no hay nada que contar. Tengo un padre y una hermana gemela. Mi papá se dedica a la carne y tiene empleados de toda la vida, son como si fueran tíos para mí. Todos somos rusos que escapamos de una mala situación económica y probamos suerte aquí.

En ese momento Damián detiene la grabación y se queda pensando en la conversación que acaba de recordar entre ellos dos. El padre dijo que trabajaba en el rubro de la “carne”…

-¡Pero no pensé que sería mi carne!- Y mira desconsolado al montón de gansos muertos atrás de él y sus fuerzas flaquean.- Fuchi. No, no tienes que pensar en negativo, ¡sino en positivo! Hay gente que quiere seguir escuchando mi historia, ¡gente realmente bonita como Nicole! OK, sigamos.- Aprieta un botón en la pantalla de su celular y continúa con la grabación.- ¿En dónde me quedé? Ah, sí. Bueno, el tema es que continuamos hablando y unos minutos después le pedí a la adorable Katrina que me deje conocer a su familia.

-¿Estás seguro de querer conocer a papá?- Le dice luego de escuchar la alegre iniciativa de Damián con un sorprendido acento ruso.

-¡Claro! ¿Qué cosas malas podrían pasar? Ni que fuese un mafioso ruso… Ja, ja, ja.

-Bueno, digamos que él está más cerca de “El padrino” que de “American Dad”.

-¿Qué es eso?- Le pregunta Damián mientras partía en pedazos un enorme muffin de chocolate con chips.

-Nada, nada.- Le sonríe con su típica sonrisa de despreocupada preocupación.- Si quieres le puedo preguntar a mi padre si puedes venir. Cuando me diga que sí, podrás venir.

-Dado que logré mi cometido de conocer más a Katrina y de que me invitara a su casa o algo parecido, hice lo que todo hombre haría… contárselo a mi mejor amigo.

Estaba Damián en la casa de su amigo, jugando a la Play Station y escuchando música a todo volumen.

-… y, sí, son rusos.- Dice con ligereza. Se hace una pausa y, en el momento de distracción de su amigo Nahuel, aprovecha y hace un gol en el juego.- Con cinco goles más te empato, eh.- Riéndose. Su amigo no le da oportunidad y desconecta el equipo dejando a Damián descolocado.- Que mal perdedor…

-¡Si venía ganando!- Se levanta del suelo.- Me cansé… voy a hacer mates y nosotros dos- con su dedo lo señala- vamos a hablar. O sea, ¿vos querés que te maten? ¿O simplemente sos masoquista?- Le pregunta con total sinceridad, una cualidad que lo distinguía además de ser absolutamente directo. El problema era que, a pesar de que sus consejos y presentimientos eran muy buenos, su amigo Damián no solía escucharlos.

-¿Qué tiene que ella y su familia sean rusos?- Se indigna al ver la reacción de su mejor amigo desde el jardín, al final de cuenta Nahuel había salido con muchas chicas de distintas nacionalidades, y si todas sus ex se juntaran sería como “la feria de las naciones”.- Sos un racista.

-Habla el Premio Novel a la Tolerancia.- Dice totalmente molesto y con una ironía tajante.- Como sea, a mi me da igual si querés salir con una marciana o un unicornio, el punto es que tengas cuidado. Por las dudas, porque conociéndote  te vas a mandar una cagada y vas a terminar “suicidado” en el fondo del Riachuelo junto al “pez bota”- se queda pensando- y con los cuerpos que eran sus dueños también. Como ya te dije, no cuentes conmigo si te metes en problemas y te vienen a matar.

-¡Qué buen amigo, eh!- Lo mira con un poco de pseudo desprecio.

-Callate, gil.- Le contesta como sabiendo que tal sarcasmo no podía salir de su boca.

-En mi defensa no terminé en el Riachuelo… ¡en tu cara Nahu! Ja, ja, ja.- Se queda en silencio al darse cuenta que aún así su situación no es la mejor del mundo.- Como sea, después de nuestra conversación y de haberme dicho que no saliera con ella, sólo era una sugerencia aclaro, se dio la casualidad de que unos días después me invita a su casa para conocer a la familia. Sé que me van a decir: “¿Cómo no le hiciste caso a tu amigo?”, pero seamos honestos… nadie piensa terminar así.- Con el celular muestra su gran futura tumba congelada y los gansos muertos.- Y así es como al otro día yo me presenté al igual que este bello body a la casa de Katrina Ivanova. La casa era ENORME, como si en realidad de ser una casa fuese una mansión, con fuentes y autos negros blindados gigantes capaces de transportar unos cinco cadáveres si sos bueno en el tetris, claro.

Obviamente, cuando llegué a ese lugar, lo primero que hice fue sacarme una foto en donde mostrara la casa y los coches, junto al hashtag#MeAndMyCars #I’mRichAndAwesome #FuckYeah #BeautyBlonde #Selfie” que pueden ver en mi perfiles de Instagram y Twitter por si no me creen. Luego, toqué el timbre y la hermosa Katrina me abrió la puerta.

-Hola.- El muchacho se acerca y la besa en la boca.- ¿Cómo estás?

-¿Yo? Perfecta.- Dice con una seguridad que no solía mostrar habitualmente. De repente, una muchacha idéntica a Katrina aparece por las escaleras. Damián supuso que era la hermana, porque dijo que eran gemelas.- Katrina, ya llegó tu novio.- Damián se sorprende y la joven a quién había besado, la hermana de Katrina, le guiña el ojo mientras su gemela se acerca.- Voy a ver si todo está bien en la cocina, ya sabes que ellos no saben hacer bien ni un café.

-Claro.- Le contesta a su hermana que luego se marcha.- Ella es Natasha, mi hermana. Al parecer le agradas.

-Son… son idénticas.

-Claro que lo somos. ¡Somos gemelas! ¿No es genial?- Damián la mira.- Pero sólo físicamente, seguro ya te has dado cuenta que somos muy diferentes en personalidad…

-¿¡Cómo me iba a dar cuenta que son diferentes en personalidad si acababa de conocer a su hermana!?- Le grita a la cámara.- O sea, hashtag #TheyAreTwins, duh.- Se calma.- Continuemos…

Ella no le hace ningún tour por su casa, caminan decididamente hacia la cocina pero, cuando pasan por el suntuoso comedor, Damián se detiene al ver una muñeca de madera que le llamó la atención. Estaba situada en una chimenea con extensos detalles que servía más bien de decoración que por su funcionalidad de brindar calor en invierno. Se acerca a la muñeca y la agarra con las manos, Katrina se le acerca en silencio y observa al muchacho.

-Era de nuestra madre…- Le dice Katrina.

-¿Esta mamushka?

-Se llaman Matrioska.- Le contesta sonriendo.

-Ah.

-¿Continuamos?- Damián deja apresuradamente la muñeca en la chimenea, sin darse cuenta, al igual que la chica que estaba al lado de él, que la deja muy al borde.

Se dirigen a la cocina (donde supuestamente estaban Natasha y “ellos”), y Katrina se sorprende al notar de que no hay nadie ahí. Se pone a hacer un café y se escuchan pasos en dirección a la cocina.

-¡Ah, estabas aquí!- Le dice un hombre alto y un tanto alegre, seguido de otro hombre que parecía un ropero y Natasha.- Te estábamos buscando por todos lados…- De repente, la mirada del alto hombre se clava en Damián, que estaba atrás de Katrina “escondido” pero a la vista al mismo tiempo, esperando que se fueran sin que percataran su presencia. Pero no sucedió, ahora también lo miraba el ropero, para desgracia de él.- ¿Usted quién es?

Damián mira a Katrina esperando ayuda pero ella le da la espalda mientras que las dos personas que estaban con el hombre alto también lo miran.

-Soy Damián, el novio de Katrina.- Le pareció gracioso decirlo… pero para nadie más lo fue. Bueno, tal vez para Natasha le pareció entretenido porque al instante el hombre alto se abalanzó sobre él intentando destriparlo, pero Damián logra escabullirse y salir de la cocina corriendo mientras Katrina, que en lo único que se diferenciaba de su hermana es que estaba absolutamente roja y les gritaba que se detengan.

En un momento el hombre logra agarrar del cuello a Damián en el comedor y empieza a estrangularlo. El muchacho, empezó a agarrar todo lo que había a su alcance para estrellarlo sobre la cabeza del gigante ruso, incluso la Matrioska que era la reliquia de la familia. Luego de que lo golpea con la muñeca, se separa en un montón de partes la antigua herencia de madera de la familia y el gigante lo suelta mientras lo mira con estupor por lo que hizo.

Después de eso se fue o, mejor dicho, su “novia” lo sacó de ahí lo más rápido que pudo. Tiempo después hablaron y ella le contó todo lo que pasó después cuando volvió a la casa y de las explicaciones que tuvo que dar (que eran muchas) pero cuando terminó ese día en la clase de teatro, ella le dijo:

-Me gustó mucho escuchar de vos el “Novia”.

-Y así fue como ese día me fui a mi casa con una novia rusa.

Finaliza el video y lo sube a Internet. Instantáneamente su perfil explota de seguidores y de gente que comenta el video, sin saber Damián el porqué. La razón es que alguien en la radio había estado comentando sobre su historia y se estaba volviendo famoso por lo bizarro e insólito de su historia. Pero todo lo bueno conlleva algo malo… a su batería sólo le quedaba el 40% y, si no encontraba algún lugar de ese enorme congelador para cargarlo, todo sería en vano.


Capítulo 2. Fin.

domingo, 15 de febrero de 2015

A New Chapter: Capítulo 8 Subasta


William mira a Emma que estaba atrás de la ventana de la casa mientras la gente de la mudanza sacaba los muebles de allí. Se saca los lentes y entra a la residencia mientras lo observan Sophie y David.

Sophie- ¿Por qué Emma no tiene que esperar hasta tener 57 años para tener novio y yo sí?

David- Porque lo digo yo.

Sophie- Eso es muy imparcial…

David- ¿Desde cuándo hablas palabras tan difíciles?

Sophie- Desde que tengo un novio genio.- Dice, sonriendo.

William cierra la puerta de la casa en silencio mientras Emma seguía mirando a la gente de la mudanza. Se apoya en el barandal de la escalera y mira de arriba abajo el lugar.

William- Es la primera vez que veo la casa tan limpia.- Emma sonríe.

Emma- Hay que contratarlos más seguido…- Se quedan en silencio.- ¿Cómo estás?

William- He estado peor.- La observa.- Fue sólo una decaída, ya estoy bien.

Emma- ¿Seguro?

William- Sí.- Ambos se callan. William va hacia donde había un papel en el piso y lo levanta. Era la factura restante de la casa.- Te dije que había que pagar primero el ABL.

Emma- Yo me siento fatal y encima me regañas.

William- Perdón.

Emma- Me enteré por ahí que vas a publicar el libro que estabas escribiendo. Felicitaciones.

William- Gracias. Creo que fue lo más catártico y sincero que he escrito en mi vida.- Ríe tímidamente y se queda en silencio. Emma mira el papel que le había entregado William.

Emma- Will…

William- ¿Qué sucede?

Emma- Desde hace tiempo quería decirte algo…- William la mira con una expresión rara, como cuando estaba concentrado en su computadora haciendo algo.- Olvídalo.

William- No entiendo. ¿Qué te pasa?

Emma- Nada.

William- Emma.- La sostiene con los brazos y la mira fijamente.- ¿Te peleaste con David? ¿Es el tema del novio de Sophie? ¿Sucede algo con la casa?

Emma- Me gustas.- William la suelta.- Desde hace tiempo.- Lo mira, estaba él pálido como el papel.- ¡Es una broma!- Dice con un tono tan falso que ni siquiera Sophie le creería.

William- ¿Desde hace… específicamente?

Emma- Desde que vinimos aquí por primera vez.

William- No lo puedo creer…

Emma- ¿Qué? ¿Acaso yo no me puedo enamorar de nadie?

William- A mí también me gustas. Desde que nos conocimos. En Manchester.- Emma lo observa sorprendida.- Debí decírtelo pero… no quería decepcionar a Antonio.

Emma- Luego, empezaste a salir con Rutka.

William- Sí.- Se toca la muñeca izquierda.- Debí decírtelo, ¿no?

Emma- ¡Por supuesto que sí, idiota! Todo este tiempo yo estaba nerviosa porque pensaba que me rechazarías y ¡resulta que sentíamos lo mismo!- William suelta una carcajada.

 William- Bueno, digamos que das un poco de miedo a veces. Además, pensaba que me odiabas porque siempre nos peleamos…

Emma- ¿¡Pero qué quieres!? ¡Si siempre haces algo que me enoja!- William se vuelve a reír y Emma se queda en silencio.- ¿Y ahora? Ya que sabemos lo que uno siente por el otro, ¿qué hacemos?

William-  Nada. No creo que sea momento para algo entre nosotros.

Emma- ¿Qué?- Dice, sorprendida.

William- Mira, actualmente sufro de una depresión grave y recién he salido de una decaída. No creo que sea bueno lo nuestro.

Emma- ¿Y eso que tiene que ver?

William- Hasta ahora tú eres la única razón por la que estoy mejorando.- Emma se queda en silencio, no se esperaba que William fuese tan franco.- Cuando me siento mal y creo que sería más fácil volver a flagelarme pienso en la vez que me dijiste que serías mi soporte y aunque me caiga a pedazos como esta casa… sigo de pie por ti. Si fuésemos pareja y termináramos, pues, sinceramente no se qué haría. 

Emma- Claro, porque piensas en que terminamos cuando ni siquiera 
empezamos…- Dice con ironía.

William- Es una posibilidad. No todas las parejas duran para siempre.- Se quedan en silencio otra vez.- Sé que suena egoísta pensar en mi cuando estar de pareja depende de dos partes pero no quiero serte una carga.

Emma- ¡No lo eres!

William- Si lo soy. Tú nos ayudas a todos pero cuando estás en problemas nadie está contigo. Por eso quiero ser más fuerte, aprender a tener más valor para afrontar yo mismo mis problemas y depender de mi mismo. Quiero aprender a ayudarte cuando tengas problemas y ser tu soporte tal como tú lo fuiste todo este tiempo. Y cuando pueda hacerlo te preguntaré como se debe si quieres salir conmigo. ¿De acuerdo?

Emma- De acuerdo.- Dice sonriendo y aguantándose las lágrimas.

William- ¡Ahora tenemos que enfocarnos en recuperar la casa! ¿Qué dices?- Le agarra la mano y la dirige a la puerta.

Emma- Ganémosle a esa bruja.- Ambos ríen y salen de la casa de la mano.

Unos días después llega el día acordado de la subasta pública por la casa antigua de Thomas. William, Emma, David, Thomas, Sophie y Sid se presentaron al precinto a luchar y pujar por esa casa media venida a menos hasta la muerte, en especial cuando uno de sus contrincantes era Lucrecia.

Lucrecia- Que gane el mejor.- Les dijo unas horas antes de entrar a la sala de subastas.

Emma- Ay, gracias. Ya sabemos que vamos a ganar.- Le responde mientras le muestra una sonrisa. Si algo sabía hacer Emma a la perfección era provocar a otra gente.

Ahora estaban todos sentados en la sala, esperando el momento en que el lote de la casa entrara en escena. Y no debieron esperar mucho porque apenas media hora después de que empezó la subasta llegaron a ese lote. Las pujas empezaron a hacerse escuchar y los sobres también empezaron a aparecer en escena. No sólo ellos y Lucrecia, sino mucha gente desconocida que quería la casa de ese viejo loco fóbico de las íes que le dio la casa a Thomas por apenas diez dólares.

Lucrecia- Yo ofrezco diez mil dólares.

En ese momento toda la sala se quedo conmocionada. Esa era la cifra más alta que había alcanzado la casa y Emma y el resto de los chicos no podían dar más. 

Lucrecia se dio vuelta, estaba en la primera fila, y los miró a ellos con esa sonrisa que mostraba cuando por fin había ganado una dura batalla.

Martillero- ¿Alguien más va a ofrecer por la casa?- Nadie respondió al comentario.- Bueno, entonces…- Levanta el martillo pero se detiene cuando una mujer al lado de él, que tenía un teléfono en la mano, dice algo.

Mujer- Alguien que llamó hace unos segundos ofrece ochenta mil dólares por la casa.- Todos se quedan sorprendidos. Claramente la cifra era una barbaridad para una casa como esa. Emma se alegró al ver que la sonrisa de Lucrecia poco a poco se borraba de su cara.

Martillero- Señorita, ¿usted va a ofrecer otra cifra?- Lucrecia lo mira y niega con la cabeza. El martillo cae y se escucha en toda la sala el sonido que da por vendida la casa.- ¡Vendida! ¿Quién es el afortunado que compró la casa?

Mujer- Ahora le pregunto… ¿cuál es su nombre?

Hannah- Mi nombre es Hannah Litzvowich de Hewitt.- Dice mientras entra en la sala y corta la llamada. Al instante entra Ian y le rodea los hombros con el brazo.

Ian- Lucrecia.- Lucrecia se da vuelta y lo mira.- Así se compra una casa.- La muchacha se levanta de la silla y se para enfrente de ellos con una mirada de furia absoluta.

Lucrecia- Me las van a pagar.

Ian- ¿Escuchaste ese zumbido amor?

Hannah- ¿Cuál zumbido?

Ian- Ese que viene de una chica pobre que al final no va a poder hacer su bar inglés.- Ambos ríen mientras Lucrecia se va del lugar furiosa. Sus amigos se acercan y los abrazan.

Hannah- ¡Upper East Side gana la guerra!

Emma- Pero, ¿por qué compraron la casa?

Hannah- Pensaba hacerme un gran vestidor y ya que soy multimillonaria…- Emma la mira con furia.- Es una broma. William nos llamó y nos dijo que la casa iba a ser vendida…

Ian- Así que la compramos.- Emma lo mira a William sorprendida y éste le sonríe.

Hannah- Además…- Emma los vuelve a mirar a ellos.

Ian- Además te debo un favor.

Emma- ¿Por qué?- Mira a Hannah que estaba agarrada de la mano de Ian. La pareja se mira y sonríe.

Ian- Tú sabes por qué.- Le muestra el título de la casa.- Creo que esto es tuyo.- Emma agarra el título.- Pero con una condición.- Todos se miran en silencio y con una mirada de duda, excepto Hannah e Ian que tenían una mirada de absoluta complicidad.



Olivia- ¿Y cuál era la condición?- Dice la niña de siete años luego de escuchar pacientemente la historia que le contó William mientras intentaba volverla a dormir.

William- Pues, la condición que pusieron tus padres para que Emma se quedase con la casa es que allí se hiciese la fiesta de casamiento. Luego de ello, la casa se transformaría en el bar “The Lucky Leprechaun”.

Olivia- ¿O sea que las fotos de casa son del patio del viejo campamento de música?

William- Así es. Las fotos que hay en tu casa son de la fiesta de casamiento que se hizo en la antigua casa de Thomas.

Olivia- Genial.

William- Ahora, a dormir. Sino tus padres me retaran mañana porque te acuestas tarde.

Olivia- ¡Pero no terminaste!

William- Te lo termino de contar todo mañana, en el desayuno. ¿Sí?- Le besa la frente y la arropa. Luego se levanta y apaga la luz del cuarto. Camina por el pasillo y se sienta en el sillón del living, luego de ponerse los lentes de lectura.

Emma- ¿Ya se durmió?

William- Así es.

Emma- ¿Vas a leer toda la noche?- Dice mientras se saca el delantal de cocina. Al día siguiente celebrarían el cumpleaños de David y, como siempre, Emma era la pastelera oficial.

William- Probablemente. ¿Por?

Emma- Por nada. Simplemente se me ocurría que, ya que David todavía no volvió de España, Sophie está en República Checa y Olivia está durmiendo, podríamos divertirnos un rato. Pero si quieres leer…- Dice mientras camina por el pasillo hacia su habitación mientras William la observa. Éste sonríe, se quita los anteojos y deja su novela, la primera de muchas, en la mesita al lado del sillón, específicamente al lado de un portarretrato que tenía una foto del día que egresaron de la secundaria. Se levanta del sillón y va hacia el cuarto, cerrando la puerta luego de entrar.

Bonus Track

En la fiesta de casamiento de Ian y Hannah, estaban todos celebrando la felicidad de los recién casados hasta que Sid, David y William se levantan, se sitúan en un telón y logran captar la atención de todos los invitados.

Sid- Bueno, lamento arruinar la diversión de todos pero me llegó un tuit de una chica que dice que Ian le llenó la cocina de humo.- Todos se quedan callados.- Era una broma.- William toca con la batería la típica melodía de un mal chiste y todos se ríen. Sid se da vuelta y lo mira.- Ya entendí, soy malo haciendo chistes.- Se va hacia el piano.

David, que tenía la guitarra- Sacando de lado la idiotez de Sid… Hannah, Ian nos pidió que tocáramos esto para ti.

(Aclaración: Los tres muchachos empiezan a tocar “Thinking Out Loud” de Ed Sheeran, con Sid como la voz de la canción).


Ian invita a su recién esposa a bailar y ella acepta. Ambos bailan su primer baile de recién casados mientras sus amigos interpretan la canción y todos los demás observan a la enamorada pareja hasta que termina.

Capítulo 8. Fin.

sábado, 14 de febrero de 2015

Cómo morirse en una cámara frigorífica: Capítulo 1 The Beginning


-¿45? ¿Sólo 45 minutos? ¡Pero con ese tiempo ni siquiera puedo terminar de arreglarme el pelo!- Suspira.- A veces me gustaría que San Wikipedia se equivoque.- Deja el celular en su morral y camina de vuelta a la gran puerta que lo separa del mundo “menos frío” para comprobar que efectivamente estaba cerrada… y lo estaba.

Se apoya contra la puerta y cae al gélido frío, asustándose un poco al ver esos pobres gansos que no eligieron cuándo morir ni con quién. En ese momento justo, mientras tocaba con un poco de asco los picos de los gansos para comprobar si realmente estaban muertos, un recuerdo se le viene a la mente.

4 horas atrás

-¿Qué estás leyendo?- Le preguntó a su mamá que había dejado un libro en la mesa para hacerle el desayuno.

-“El matadero” de Esteban Echeverría. Deberías leerlo, encontrarías muchas semejanzas con la actualidad.

-¿De qué estás hablando si nadie se murió en un frigorífico? Bah, no que yo sepa.
-No me refería a eso.

-¿Y entonces?

-Nada amor.

El muchacho se levanta de golpe del piso apenas una idea se le cruza en la cabeza. Va directamente hacia su morral y saca el celular. Tenía wi-fi. Entró a Twitter y con una velocidad casi inhumana escribe “#Ayuda #MeVoyAMorir en el @BadGoose! #ElBarbudoMeOdia :P” y lo comparte, esperando de que alguien lo ayude.

-Bien, no desesperes. No te vas a morir. Dios es demasiado bueno como para dejar morir a uno de sus angelitos sexis. Pero, ¿qué pasa si nadie me salva?- Mira su celular.- ¿Y  mi meta de los 5 mil seguidores?

Y ahí en ese momento, mientras pensaba en cosas triviales como siempre, se le ocurrió otra idea (hoy estaba muy pensador). Hay gente que se hace famosa por el talento literario o musical, entre otros, y hay otra gente que se hacía famosa por los reality shows, como las Kardashians, y las redes sociales, como Tila Tequila.

-Y ya que tengo suficiente talento actoral pero aquí no puedo actuar…

Pone la cámara del celular enfrente de su cara y empieza a grabar. Este sería su “Black Album”, su forma de cumplir su meta soñada de ser famoso. Pensó que si nadie lo salvaba al menos moriría lleno de seguidores que lo aman como Michael Jackson.

-¿Alguna vez leyeron “El matadero”? Yo no pero mi mamá sí y, según ella, hay muchas semejanzas con la realidad. Y créanme- con el celular muestra el frigorífico y luego vuelve a enfocarlo en su cara- se asemeja mucho a mi realidad. ¿Cómo llegué aquí? Bueno, digamos que por amor. Todo empezó hace mucho tiempo, cuando estaba empezando el mes de junio, o sea, este mes. Alguien me dijo que el teatro estaba de moda y, como yo soy un chico muy trendy además de talentoso, decidí ir y perfeccionarme. Ahí la conocí a la bella Katrina Ivanova…

A principios del mes

-Hola, ¿puedo sentarme?

-Hola. Claro, disculpa.- Dice con un acento ruso- argentino muy particular.

-Está bien. No todos los días me siento al lado de un ángel.- Ella sonríe algo tímida.- ¿Qué estás leyendo?

-La mejor historia de amor escrita.- Damián la mira extrañado.- “Romeo y Julieta”.- Lo mira y sigue notando que no entendía lo que le decía. Ella pensó que tal vez había dicho mal alguna palabra.

-Ah, seguro que si es tan buena harán una película, yo la vería, si decís que es una buena historia.- Ella lo mira extrañada. Ya habían hecho muchas películas, entre ellas una muy famosa en donde Romeo era interpretado por Leonardo di Caprio. Pero claramente nuestro protagonista no lo sabía.- Aunque tampoco voy al cine.- Él se ríe a carcajadas. Ella también se ríe pero para no quedar mal.

-¿Cómo puede ser que no conozcas la obra maestra de Shakespeare?- Le dice con incredulidad y alegría.

-¿¡Quién se iba a imaginar que después de todo uno iba a terminar en un lugar como éste!? Como sea, después de la clase ella me dio el número de su teléfono y empezamos a salir. Mi amigo Nahuel, el gran cerebro de este universo, definitivamente sabía que algo como esto iba a pasar.- Se queda un tiempo en silencio.- No sé cómo pero lo sabía. ¿Será brujo? Tampoco es que me dijo exactamente que iba a terminar en un frigorífico de gansos sino que yo era tan ganso que seguro terminaría metiéndome en problemas. No es que yo sea un ganso, porque claramente no sé volar, pero bueno… a veces me mando gansadas.

El mismo mes

-Nahu, vos no entendes. Es hermosa, talentosa y pasa todo el tiempo conmigo cosa que vos ya no haces porque tenés otro mejor amigo.

-No. No pasó más tiempo con vos porque, por si te olvidaste, voy a la facultad y tengo que rendir las materias que estudio.

-¿Cómo en la secundaria?

-Sí, Damián. Como en la secundaria.

-Qué estafa…

-Sí, una estafa total.- Dice con una ironía que Damián ahora percibe mientras recuerda.- En fin, no creo que sea buena idea que salgas con esa chica. O sea, ¡ni siquiera la conoces!

-Claro que la conozco. Pfff, qué tonterías decís.

-¿Conoces a su familia?

-No. Por alguna razón nunca me habla de su familia…

-¿Sabes cuáles son sus gustos además del teatro?

-Claro que…no.

-¿Sabes si tiene novio?

-¿No era yo su novio?- Nahuel se golpea la frente con la palma de la mano.

-Sos un desastre. Porque soy tu mejor amigo te voy a decir las razones por las que no, te repito, No debes salir con ella ni ser su novio.

-A ver. Ilumíname, genio.

-Uno. No la conoces. Dos. No sabes nada de su familia lo cual es muy sospechoso. Tres. Pinta a apellido de hija de mafioso ruso.

-¿Sabes que voy a hacer?

-¿Qué?

-Voy a pedirle que me deje conocer a su familia.

-Claramente no entendiste…

-Así te demuestro que no tenés razón.

 -Como quieras. Pero cuando estés en problemas por meterte con esa mina no me llames, no te quejes y acepta las consecuencias.

-Trato.

Damián se queda en silencio.

-Sin comentarios a eso. ¡Nos vemos en la próxima edición de “Cómo morirse en una cámara frigorífica”!

Termina de grabar el video y lo comparte en Twitter. A los minutos es notificado que una muchacha llamada Nicole lo está siguiendo en la red social y se siente feliz, tanto que se olvida por completo que está por morirse en una heladera gigante. Se levanta y se saca una foto con los mórbidos gansos congelados, que al instante comparte en Instagram y Twitter con el hashtag “#LoveIsn’tInTheAirIsInABigFreezer! #Goose #DeathGoose #Creepy #Blonde #Vegan #Instagram” y espera jugando al Candy Crush Soda. En su mente pensó: “Ya que ahora tengo seguidores tengo que esperar. Que el público note que incluso en una cámara frigorífica tengo vida y ellos no son los más importantes. Ellos aman cuando la gente se comporta así”.


Capítulo 1. Fin.

lunes, 9 de febrero de 2015

Próximamente: Cómo morirse en una cámara frigorífica


Después de esta historia probablemente no miren de igual manera a las cámaras frigoríficas...

¡Hola a todos! ¿Cómo están? Probablemente se preguntarán por qué no vamos a mirar de la misma manera a un congelador enorme y les digo el porqué, porque el 14 de febrero (sí, el día de los enamorados y sí, el día en el que se estrena "50 sombras de Grey") mi intención es poner un poco de humor con una historia de lo más peculiar que estoy co-escribiendo con mi hermana (sí, somos tan malvadas que ni siquiera nosotras sabemos como va a terminar), titulada "Cómo morirse en una cámara frigorífica". Título bastante curioso, ¿no? Más curiosa es la sinopsis que presento aquí abajo:

#Ayuda #MeVoyAMorir en el @BadGoose! #ElBarbudoMeOdia :P

Damián, un muchacho un tanto creído con respecto a su físico y tonto (muy tonto), está a punto de morirse en un frigorífico de gansos.
La causa, un complejo dilema amoroso con las gemelas Natasha y Karina y su amor cibernético Nicole. Ahora, mientras que se está muriendo por el frío, usará las tres horas de batería de su preciado celular para contar la historia que lo llevó a esa situación usando su cuenta de Twitter, en parte porque quiere ser rescatado y en parte porque, según él, así ganará más seguidores.
El tiempo corre, la batería se acaba, los caracteres son pocos y los mocos se congelan. ¿Se salvará Damián de su horrible destino?

Lo bueno es que ustedes sabrán casi al mismo tiempo que nosotras si Damián se salva o no, jajaja. Así que, bueno, los invito este sábado a poner un poco de humor con la historia de un muchacho un tanto tonto que tiene una habilidad increíble para meterse en problemas y de cómo él intentará salvarse de un final bastante... ¿frío? ¡Nos vemos!

domingo, 8 de febrero de 2015

A New Chapter: Capítulo 7 La cláusula


Emma se levanta de la cama y se va hacia la cocina para prepararse un té. Cuando se sirve la taza nota que hay gente de la compañía de mudanzas que empieza a llevarse cosas mientras ella observa.

(Aclaración: Emma empieza a cantar “Thank You” de Dido).


Cuando termina de cantar se queda mirando la casa que estaba ya casi vacía y que, a través de la ventana, había llegado William. Y en ese momento pensó que las cosas iban a mejorar porque él estaba ahí.

Unas semanas antes

Phillip y Sophie estaban en el patio de la escuela mirando como el resto de los chicos de la secundaria hablaban y reían. Luego Phillip corta el silencio.

Phillip- Me iría en unos días para hacer la entrevista con el decano y buscar los libros. Luego, si todo sale bien, empezaría las clases el próximo año allá.- Mira a Sophie, que estaba callada. Claramente no se sentía feliz con la situación.- Es la mejor universidad para un estudiante de psiquiatría como yo así que estaré tan ocupado que no saldré de las aulas.- Dice y se ríe.- ¿Por qué estás tan callada? Ni que te estuviera dejando…

Sophie- ¿Pero no lo estás haciendo?- Le dice y se levanta, con lágrimas en los ojos. No entendía la emoción de Phillip ni por qué se iba tan lejos. Mejor dicho, no entendió nada de la conversación como solía pasarle.- ¿Por qué no me dices simplemente que ya no me quieres?

Phillip- ¿Qué?- Sophie se va corriendo del lugar y él la sigue pero se choca con un profesor y la pierde de vista.

Profesor- Ah, Phillip. ¿Me harías el favor de buscar todas las libretas? Hoy salen temprano.- Observa un momento al chico.- Oye, ¿te encuentras bien?

Phillip- Sí. Ya voy por las libretas.- Dice mientras se aleja del profesor.

En otro lugar de la Ciudad de Buenos Aires, Emma y Lucrecia estaban discutiendo, como solía pasar cada vez que se encontraban, por la casa.

Emma- ¿No era que nos daban todo el año? ¡Thomas!

Thomas- Perdón, me había olvidado de esa cláusula.- Se ríe.- Sucede que al tipo al que le compré la casa le tenía fobia a la letra “i” por eso salió la cláusula. ¡Toda una locura!

Lucrecia- Exacto, su tiempo ya se les acabó para pagar la casa.

Emma- No importa. Nosotros pagamos todas las deudas, por lo tanto la casa es nuestra.- Dice, mientras se lleva a sí misma el título de la casa pero la detiene la otra muchacha.

Lucrecia- Espera un momento. ¿Y la factura del ABL de marzo de 1994?

Emma- ¿De qué estás hablando?

Lucrecia- No está pagada…- Le dice y le muestra que efectivamente estaba en lo cierto. Lucrecia muestra una sonrisa cuasi macabra.

Emma- Déjame ver.- Los ojos se le abren tanto que si fuese un dibujo animado se le hubiesen salido de la sorpresa. Claramente no la habían pagado.- No puede ser.- De repente recuerda que las facturas de la casa estaban en una caja de cartón, que hace unos meses se le había caído a Phillip, el novio o algo parecido de Sophie.- Ay, no.

Lucrecia- JA, JA, JA. ¡La casa es mía por fin! ¡En tu cara estúpida!- Emma se abalanza sobre ella y se empiezan a pelear.

Thomas- Chicas esperen.- Las dos chicas lo miran con rabia.- Encontré otra cláusula que podría interesarles.- Las dos cruzan los brazos.- Bueno, resulta que al viejo le gustaba parecer importante entonces escribió una cláusula que decía que si la casa se vendía tenía que ir a subasta pública. Tendrán que pelear contra desconocidos por la casa chicas.

Lucrecia- ¿¡En dónde está eso!?

Thomas- Aquí.- Le muestra el párrafo de la hoja del contrato.- Me había olvidado que existía.

Lucrecia- No es cierto. ¡Esto es injusto!

Thomas- Tan injusto como que la casa de Brian O’Rilley termine siendo un bar inglés. Lo lamento niña, pero así son las reglas del juego.- Lucrecia se pone toda roja de la furia y se va corriendo del lugar, siendo seguida por el abogado. Emma mira a Thomas mientras se levanta.

Emma- ¿Eso es cierto?

Thomas- Así es. Así yo conseguí la casa.

Emma- ¿Y cuanto te salió?

Thomas- Diez dólares.

Emma- ¿Qué?

Thomas- Es una broma. ¿Ni siquiera me acuerdo que hice ayer y piensas que recuerde cuánto me salió una casa que compré en los ochentas?- Los dos salen del edificio.

Emma- Buen punto.

A las cuatro sale Phillip de la escuela, el resto había salido a las dos, y camina unas cuadras cuando en la parada de colectivo alguien le pregunta:

-Oye, ¿Tienes fuego?

Phillip- Disculpa, no fumo.- Dice mientras se da vuelta y luego esa persona le golpea la cabeza que lo desmaya al instante.

Cuando se despierta, nota que estaba en un lugar casi conocido pero las personas que estaban ahí nunca las había visto. Efectivamente, estaba en la casa de Sophie pero no tenía ni idea quiénes eran el melenudo metalero y el punk que estaba fumando un cigarrillo. También notó que estaba amarrado con cinta metálica a una silla y que su boca estaba tapada. Claramente, eso no era bueno, en especial cuando la cabeza le estaba sangrando por el golpe que le dieron.

Sid- ¿Con que tú eres Phillip? O eres más que un muchacho bajito y debilucho…- Le quita con fuerza la cinta.

Phillip- Todavía estoy en crecimiento, pseudo punk burgués.

Sid- ¿Qué me dijiste?- David lo detiene.

David- Tranquilo Sid.

Sid- Pero David…

Phillip- Sid y David. Son los peores secuestradores de la historia.

David- ¡Ya me estás irritando muchacho! ¡Primero le rompes el corazón a Sophie y ahora te haces el superado cuando estás secuestrado!

Phillip- ¡Yo no le rompí el corazón a Sophie!- Sid le pega.

Sid- ¡No mientas!

Phillip- ¡No es mi culpa que ella entienda todo mal al igual que ustedes!

David- ¿Nos llamó estúpidos?- Le pregunta a Sid.

Phillip- Ustedes mismos se llaman así.- Los dos lo miran y cada uno le da una cachetada.

David- ¿Sabes qué paso cuando Sophie llegó aquí a eso de las dos? Entró a su cuarto y se puso a llorar. Por tu culpa.

Phillip- ¿Sophie está aquí? ¡Sophie! ¡Sophie!- Le ponen devuelta cinta adhesiva en la boca.

Sid- Creo que no estamos avanzando…

David- ¿Tú crees?- Se abre la puerta del cuarto de Sophie y los dos amigos tapan a Phillip con una gran frazada roja.

Sophie- ¿Qué sucede? Escuché que me llamaban.- Se queda mirando a la frazada roja.- ¿Qué hay ahí?

Sid- No, no te llamamos. Em, eso…

David- Sid y yo estamos haciendo una escultura.

Sophie- ¿Qué se mueve?

Sid- Baila el hula-hula.- David lo mira.

Sophie- ¿Puedo verla?

David- Todavía no está terminada, dulzura. Cuando la terminemos te llamamos.

Sophie- Esta bien.- Dice y entra devuelta a su cuarto. Los dos amigos suspiran de alivio.

David- ¿Hula-hula?- Saca la frazada.

Sid- Bueno, no se me ocurrió otra cosa.- Sophie abre la puerta de golpe.

Sophie- Esperen, David nunca me llama “dulzura”. ¿Phillip?- Dice, sorprendida.

Sid- Podemos explicarlo.

Sophie- ¿Cómo pueden explicarlo?- Le quita la cinta con fuerza.- ¡Bestias!

David- ¡Él es la bestia que te dejó!

Phillip- Yo no la dejé…

Sophie, Sid y David- ¡Callate!

Emma- ¿Qué pasa aquí?- Todos, incluso Phillip que estaba amarrado, la miran sorprendidos.- ¿Por qué el “amigo” de Sophie está pegado con cinta adhesiva a una silla?

David- Emmm…- En un instante le quita al muchacho toda la cinta que lo cubría y lo abraza como si fuesen amigos desde pequeños.- ¿En dónde hay cinta adhesiva?

Phillip- En tu otra mano, atrás de tu espalda…- David lo mira.- Digo, ja, ja, ja.

Emma- ¿Me pueden explicar que sucedió aquí? No importa, llamaré a los padres de Phillip. No debería estar aquí.- Agarra su teléfono y llama a los padres de Phillip.- ¿Hola? ¿Hablo con la mamá de Phillip?

Phillip- ¿De dónde sacó el número?

Sid- Es información clasificada, bicho.- Lo mira de arriba abajo.- Sophie, ¿qué es lo que le viste a este niño?

Phillip- ¿Qué? ¿Te enoja que Sophie ya no se interese por ti? Qué infantil…

Sophie- ¡No peleen! Phillip, perdona por todo esto…

David- ¡Él debería disculparse por lo que te hizo!

Sophie- ¿De qué hablas? Phillip yo…- De repente se escucha el ruido de una bocina procedente del auto de la mamá del muchacho. Phillip se levanta de la silla y va hacia el auto, sin siquiera despedirse de Sophie, en donde estaban su madre y Niklas. Se lo veía un tanto molesto por toda la situación y mareado por los golpes. El auto empieza a marchar y se alejan de la casa mientras los otros observan desde la puerta de ésta.

(Aclaración: De fondo se empieza a escuchar la canción “Don’t Let Me Be Lonely” de The Band Perry).


Sophie empieza a correr tratando de alcanzar el auto, que estaba bastante lejos, mientras David, Emma, Sid y Thomas (aunque muy atrás en la marcha porque es bastante vago) la seguían. De repente, a unas cuadras de distancia, el auto en donde iba Phillip se detiene y sale el muchacho del vehículo corriendo hacia ella hasta que quedan a unos metros de distancia.

Sophie- Perdón por todo. Por los golpes y por creer que me dejarías, sabes que yo no entiendo las cosas hasta que pasan las horas y todo se vuelve más claro… soy una tonta y, y…- Phillip la abraza fuerte justo cuando los otros se quedan mirando la situación. Se quedan así unos minutos hasta que Phillip la suelta porque le suena el teléfono.

Phillip- ¿Hola?

Niklas- ¡Bésala ya!- Phillip se da vuelta y mira hacia el coche en dónde estaban observando Niklas y Sarah.- ¿¡Qué están esperando!? ¡Bésense de una vez!- Phillip empieza a reír a carcajadas mientras Sophie lo mira sin entender.

Sophie- ¿Qué sucede?

Phillip- Nada.- Dice y al instante la besa mientras sus padres se chocan los puños, Emma sonríe, David suspira como señal de que se da por vencido en el tema “el novio de Sophie” y Thomas le tapa los ojos a Sid.

Sid- ¿Qué sucede?

Todos observan a Sid y empiezan a reír. No importaba si Phillip se iba a Praga a estudiar, si de algo estaban seguros es que esa pareja iba a durar mucho tiempo…


Capítulo 7. Fin.